Miraflores de la Sierra pretende duplicar su población
El municipio quiere firmar un plan que recalifica 102 nuevas hectáreas

El Ayuntamiento de Miraflores (5.200 habitantes), sin agua potable por la sequía desde hace más de una semana, planifica construir 2.000 viviendas nuevas en dos fincas situadas en la zona de transición del Plan de Ordenación de Recursos Naturales del futuro Parque Nacional del Guadarrama. El plan afecta a 102 hectáreas que ahora son suelo protegido por su interés paisajístico y forestal. Ecologistas en Acción denunció que provocará un cambio en la forma de vida del pueblo y un considerable deterioro ambiental.
El convenio firmado entre el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, y cuatro promotoras privadas en agosto pasado propone edificar en la finca de La Nava y Prado Toro. Según el proyecto, La Nava, con una superficie de 89 hectáreas, albergará un total de 1.780 viviendas: 220 chalés en parcelas de 400 metros cuadrados, 1.560 viviendas en bloques de tres plantas y bajo cubierta y un hotel de 100 habitaciones. En la finca Prado Toro, de 13 hectáreas, se edificarán 225 casas, distribuidas en 125 chalés y 100 viviendas en bloques de dos plantas más bajo cubierta.
El procedimiento todavía está en marcha. El Consistorio está examinando las alegaciones interpuestas a la operación. Después, el convenio se someterá a la aprobación del pleno municipal, y de ahí se enviará a la Comunidad, que es la que finalmente debe dar el visto bueno.
La mayor parte del término municipal de Miraflores se encuentra protegido debido a su alto valor ambiental. El alcalde de la localidad, el socialista Francisco José Esteban, es consciente de esta limitación, pero, al mismo tiempo, afirma: "En las fincas de La Nava y Prado Toro el arbolado es escaso y se respetará. Además, por cada vivienda que se hace se obliga a plantar cinco árboles o pagar el importe correspondiente". El regidor aclara también que las casas no se edificarán de la noche a la mañana: "Se construirá en dos fases, por lo que estará finalizado en unos siete años".
Encinares y robledales
Esteban sostiene que se han elegido estas dos fincas, situadas en la parte baja del pueblo, porque los terrenos que superan los 1.200 metros de cota, además de los encinares y robledales, están protegidos con la figura de monte público. "Nuestra expansión será fuera de esa zona. Crecemos hacia abajo, porque es donde está el transporte público y todos los servicios", asegura.
Sin embargo, tanto para Ecologistas en Acción como para la oposición, del PP, la actuación implicará la creación de un núcleo urbano totalmente aislado del actual. "El convenio significa hacer otro pueblo y duplicar la población", indica Félix Sánchez, portavoz del grupo verde. "Nosotros apoyamos un crecimiento", agrega el portavoz, "pero sostenible". También se pregunta si es ésta la política urbanística que se promulga desde el PSOE de Madrid
El regidor indica que gracias a esta actuación se podrán edificar viviendas con algún tipo de protección, y lanza la pregunta: "Si no calificamos terreno, ¿dónde vamos a construir 400 viviendas sociales que necesitan los vecinos?". Pero para el portavoz del grupo municipal popular, Pablo Altozano, en el pueblo no existe semejante demanda de vivienda social.
Los ecologistas, por su parte, destacan que existen otras partes clasificadas ya como urbanas o urbanizables, que todavía están sin desarrollar. "¿Por qué no se construye ahí? Eso evitaría destruir uno de los activos más importantes del municipio: su entorno", dice. Al mismo tiempo recuerda que en Miraflores existen más de 4.700 viviendas construidas, de las cuales unas 500 están desocupadas.
Esteban tiene previsto que el pueblo continúe creciendo "hacia abajo". "Queda mucho terreno en el triángulo entre Guadalix, Soto del Real y Miraflores", dice.
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